Enrique Núñez - Contracara
Para Replay.
El hombre que hizo de la corrupción todo un tratado de éxito, se encontró con un pillo con las uñas más largas que él.
Imagínese la escena.
—Oye Beto, necesitamos pagar algunos pendientes de la campaña.
—¿Pagar? Pues con qué dinero.
—Pues con el que tenemos guardado.
—¿Cuál dinero? si ya todo se acabó.
—No chingues Beto, estoy hablando en serio.
—Yo también Enrique, ya nos lo acabamos.
—¿Que qué? ¿Pinche Beto, te chingaste toda la lana?
—Nos la chingamos.
Aunque usted no lo crea, el Varguitas fue timado, y le birlaron todas las ganancias del trienio.
Su amigo y coordinador de asesores lo desconoció y desapareció parte importante de las utilidades generadas por los fructíferos negocios planeados desde la oficina principal del Palacio de Charlie Hall.
Aquí la historia cambió.
Ver para creer.
El Varguitas terminó siendo la víctima del hombre de sus “confianzas”.
Tronó Plaza Sésamo
Es un hecho que entre Beto y Enrique se acabaron las complicidades.
La ruptura es real y con esto se confirma que la desbandada iniciada desde hace tiempo por otros personajes ligados a este grupo va en aumento.
Cuentan que el enojo de Enrique es de altas proporciones, y que no es para menos.
Se dice que la desaparición del tesoro, rebasa las cifras de los seis ceros, lo cual justifica la ruptura entre estos dos grandes “amigos”.
Entre Enrique y Beto, el término amistad se basó única y exclusivamente en el signo de pesos.
Con la desaparición del dinero, vino la desaparición de la amistad.
Y sin dinero, se acabó la versión poblana de Plaza Sésamo.
Pobre Enrique.
Beto se chingó hasta su patito de hule.
¡Qué desgracia!
….
Se acabó Plazo Sésamo
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