Enrique Núñez - Contracara
Mientras todos los suspirantes andan desatados en la búsqueda por la candidatura al gobierno del estado, “El Varguitas” está más preocupado por esconder la cabeza, antes que mover un dedo para mantenerse en la pelea.
Cual vil avestruz, el expresidente municipal ha declinado de sus aspiraciones por razones más que entendibles.
¿Usted conoce esos motivos?
¿Miedo?, ¿debilidad?, ¿carencia de padrinos?, ¿falta de recursos?, ¿operadores ineficientes?, ¿enemigos multitudinarios?
Estos son sólo algunos de los elementos que podrían ser la causa de la inminente declinación dogerista.
¿Usted con cuál se queda?
Yo con todos.
El colmo de Varguitas
Para la clase política es evidente que Doger ya no da ni patadas de ahogado.
En el colmo de sus males, las pocas ocasiones en que se habla de este personaje es para resaltar su ambición desmedida, personal y su ineficiencia.
Con la multa provocada por su ignorancia, Enrique Doger se echó encima las últimas carretadas de arena.
Es evidente que la “maldita herencia” dogerista será una cargada muy pesada para el PRI, la cual deberá afrontar este partido tanto en el 2009 como en el 2010.
Si algo piden a gritos los priistas es que termine la pesadilla.
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