Enrique Núñez - Contracara
El día de ayer, la declaración del presidente del PRI municipal, Carlos Meza, en el programa Zona Zero dejó en claro que la concesión que otorgó la anterior administración en favor de Jajomar era un auténtico robo en despoblado, y que las enmiendas que realizó el Cabildo fueron sustanciales para evitar un daño mayor a la ciudad.
Es evidente que la defensa de Meza a la postura actual del Cabildo tiene mucho mayor sustento que las mentiras emitidas por René Sánchez Juárez, quien, en lugar de ayudar a su presidenta, sólo enredó el tema.
De una manera u otra, la medida es francamente impopular.
El enojo de los ciudadanos irá creciendo conforme se vayan instalando los aparatos y sobre todo cuando empiecen a funcionar.
Pero lo que es evidente es que el verdadero autor intelectual no es otro que Enrique Doger Guerrero.
Hay quienes juran haber escuchado pláticas entre Alberto Ventosa y Enrique Doger, en donde calculan comisiones de un millón de pesos mensuales.
Y más aún que éstas les serían depositadas en un banco norteamericano para así evitar el manejo de efectivo.
O que le iban a hacer igual que con las comisiones del “dragón”, las cuales eran hasta de 300 mil pesos mensuales.
Haga usted sus cuentas, un millón mensual por 15 años.
¡180 millones de pesos!
Ni más, ni menos.
Los estertores dogeristas
Si alguien me hubiera dicho que los estertores de Enrique Doger serían así de patéticos créanme que me habría resistido a creerlo.
Aunque era evidente que las supuestas fortalezas de Doger formaban parte de un mito creado desde la estructura municipal, jamás pensé que la muerte política del dogerismo se daría en una situación tan lamentable.
A cinco meses de haber dejado la presidencia, hoy el exalcalde pasó de ser un actor político central a formar parte de la picaresca poblana.
Hoy Doger apesta y nadie quiere voltearlo a ver.
Desde su arranque de campaña nos enseñó la debilidad del músculo dogerista.
Sin duda, el hedor del expresidente municipal ha ahuyentado a toda la clase política.
En este momento, sólo unos cuantos carroñeros siguen suspirando por un milagro que reviva a quien pensaron los llevaría de la mano a Casa Puebla.
Desde que inició sus visitas al interior, Doger ha buscado abrirse camino con los grupos políticos de los municipios del estado.
La mejor de sus reuniones le permitió congregarse con una docena de empresarios en Teziutlán, en donde cuenta con un par de operadores que sufrieron para juntarle a ese grupito.
En Tehuacán se encontró con cinco empresarios, los cuales accedieron a verlo sólo para informarle que ya tienen “gallo”.
Y así en todas partes.
Cada desencuentro con el priismo del interior fue desesperando a nuestro engreído personaje, quien ahora espera el momento justo para hacer la “graciosa huída” y declinar en favor de Moreno Valle.
Lo que quizá no ha calculado el propio Doger es la posición que tome el “delfín” elbista cuando intente sumarse a la causa.
Para cuando Doger busque esa alianza, su desprestigio lo podría relegar del equipo morenovallista, ya que, llegado el momento, Doger podría quitar muchos más votos de los que lograría dar.
Foto Archivo Intolerancia
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