El Kío y el síndrome del avestruz

Ricardo Morales Sánchez - Serpientes y Escaleras

  

El regidor Enrique Chávez Estudillo se escondió el día de ayer y se negó a dar la cara una vez que Intolerancia Diario dio a conocer detalles de los negocios que realizó mientras trabajó dentro de la administración que encabezó el tristemente célebre Enrique Doger Guerrero.

Al “Kío” le dio el síndrome del avestruz, y decidió esconder la cabeza, pero sus fechorías quedaron al descubierto.

Lo detallado ayer por Intolerancia es una muestra más de lo que es el modus operandi del dogerismo. Esta práctica se presentó durante su paso al frente de la Universidad Autónoma de Puebla y se perfeccionó cuando administraron los destinos de este municipio.

Lo peor vino cuando un “gato” del “Kío” agredió verbalmente a la reportera gráfica Karina Juárez, de este diario, quien buscó al regidor para tomar unas placas, pero el pelafustán se interpuso y comenzó a insultar a la trabajadora de Intolerancia.

Doger celebró sus 51 años el día de ayer, pero el desprestigio que arrastra, junto con el de su grupo político, lo hacen hoy un personaje indeseable dentro de la política poblana. Rafael Moreno Valle Rosas debe de pensar muy bien las cosas si es que realmente piensa que el expresidente municipal de Puebla le puede sumar a su campaña.

Ya sólo creen en el proyecto dogerista aquellos a los que sigue manteniendo y a los que les dio permisos de construcción para ampliar sus casas.

 

 

Más sobre el Hospital General de Tepeaca

Una muy bien enterada persona de lo que ocurre en el Hospital General de Tepeaca tuvo a bien agregar más datos sobre el comportamiento de su director Isauro Rendón, quien ya se siente el próximo presidente municipal de este lugar.

“Hola, las ‘corruptelas’ y anomalías de parte del doctor Isauro Rendón tienen su origen en el ‘doble juego’ que hasta la fecha él mantiene. Por un lado, el compromiso de ser compadre del gobernador y ‘zavalista’ de dizque ‘hueso colorado’, y por otro lado, tener compromisos fuertes con Jesús Morales Flores, hermano del secretario de Salud, quien, a raíz de estos compromisos le ha dado ‘mano suelta’ en el hospital. Para demostrar el pacto entre Isauro Rendón y Jesús Morales, analiza lo siguiente:

1. En el mes de enero se realizó en casa de José Centeno, comerciante y político tepeaquense, un desayuno en apoyo a las aspiraciones de Jesús Morales. El doctor Rendón no sólo asistió al evento, sino que ayudó en la coordinación del mismo, ya que José Centeno es su compadre y él fue quien lo acercó con Jesús Morales.

2. La encargada de Seguro Popular en el Hospital General es nada más ni nada menos que la profesora Dulce María Palacios de Centeno, persona muy cercana a Jesús, exdiputada federal-suplente de Jesús Morales y nuera de José Centeno. Ella es el contacto de Isauro Rendón con Jesús Morales. ¿No te parece extraño que Dulce María Palacios lleve ya dos años en el cargo como responsable de Seguro Popular con sueldo de médico especialista, es decir, alrededor de 20 mil pesos mensuales y al mismo tiempo siga trabajando como profesora en la escuela primaria Manuel Ávila Castillo, de la cabecera de Tepeaca? Es decir que al hospital sólo acude después de las 15:00 horas, con el pleno consentimiento del doctor Isauro Rendón y de Roberto Morales.

3. Hace no más de un mes Manuel Báez (otro empresario tepeaquense) le festejó su cumpleaños a Jesús Morales y otra vez Isauro Rendón no sólo asistió al evento, sino que también apoyó en la coordinación del evento, incluso se dio a la tarea de repartir invitaciones a su estructura política, empleados del hospital y regidores del municipio afines a él. Todo esto lo operó a través de Dulce María y del secretario de Jesús Morales, un tal Frank.

De ahí que tenga el margen para hacer y deshacer lo que le venga en gana en el hospital, si no ‘échenle un ojo’ a la situación financiera del hospital, a los proveedores de alimentos y a los prestadores de servicios. Pero para efectos de su conveniencia le ha vendido la idea al licenciado Zavala de que es leal a su proyecto, y sobre todo al señor gobernador. Incluso en reuniones cerradísimas del licenciado Zavala, él asiste; está contemplado dentro de la estructura de promoción. Y él, más que nadie en Tepeaca, ha sido beneficiado en lo que va de este sexenio.

Lo que no se vale es que por ambiciones personales engañe al gobernador, quien le ha dado todo, y tenga secuestrado al Hospital General con el pleno consentimiento de Roberto Morales, a fin de apoyar a su hermano Jesús.”

 

 

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