Enrique Núñez - Contracara
Acusa el dicho que pena no es robar sino que te agarren.
Y eso precisamente debe estarle sucediendo al grupo dogerista cuando, a sólo siete meses de haber abandonado la administración municipal, han visto cómo se va descubriendo una parte de sus triquiñuelas.
La “negolimosna” fue el tema que abrió la cloaca, pero a todas esas irregularidades se han venido sumando otras escandalosas formas de hacer negocios, en las cuales dejaron las huellas del delito.
Sin duda, el exsecretario de Administración, Enrique Chávez Estudillo, es quien ha acaparado la atención de las cámaras, gracias a su falta de “aseo” a la hora de operar compras irregulares.
Hace unas semanas Intolerancia reveló la forma en la que inflaban la facturación de una manera cínica y excesiva; y ahora descubrimos cómo utilizó a su familia para realizar compras a la mujer de su hermano.
De veras que esta pandilla no tuvo llenadero.
Miren que utilizar a la cuñada para darla de alta y comprarle cantidades millonarias de productos de limpieza es un tema que sólo cabe en el más cínico de los cerebros.
Pero que el tal “Kío” la haya dado de alta ante Hacienda en su propio domicilio no tiene nombre.
Se necesita tener una neurona como para pensar que nadie iba a descubrir que la supuesta empresa de productos de limpieza estaba ubicada en la mismísima casa donde vive “Kío”.
No sólo no hay tienda, sino que es una casa-habitación y lo peor: es la casa del funcionario dogerista que ordenó la compra de estos productos.
El año de Hidalgo según Varguitas
No cabe duda que Enrique Doger y su pandilla le dieron un nuevo sello al llamado “año de Hidalgo”.
Quienes creíamos que en el último año de gobierno, los priistas ya lo habían inventado todo, llegó el “Varguitas” poblano y —haciendo gala de su creatividad e inventiva— nos sorprendió con nuevas formas de exprimir hasta el último centavo de las arcas municipales.
Ahora bien, si los datos que descubren que se trata de la pareja de Francisco Chávez Estudillo —hermano de “Kío”— quien realizó la compra y que la dirección de la supuesta empresa coincide con la casa del exsecretario de Administración son ya relevantes, hay que agregar un factor que la hace aún más grave:
La compra de más de un millón de pesos en productos de limpieza se realizó, como las propias facturas lo dicen, el día 8 de octubre de 2007.
Es decir, compraron toda esa lista de productos de limpieza a sólo tres meses de que concluyera la administración.
¿De qué se trataba?
¿Realmente se necesitaban todos esos productos; o era cuestión de acabarse el presupuesto?
¿Entraron esos productos a las bodegas municipales?
¿Con cuánto se inflaron estas facturas?
Usted saque sus propias conclusiones.
Yo ya tengo la mía.
Ingenieros al rescate
Tras el letargo que padeció el Colegio de Ingenieros en los últimos años, y luego de la desastrosa gestión de Francisco Rodríguez —que orilló a la renuncia de todo el consejo directivo de la agrupación—, un grupo de ingenieros va a su rescate.
Encabezados por Alfonso Tenorio y Luis Luna buscan conformar una planilla de unidad para llegar a la dirigencia del colegio y empezar la reestructuración del organismo empresarial. Ojalá lo puedan lograr.
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