Enrique Núñez - Contracara
El envalentonamiento del líder sindical Israel Pacheco no es casual, ni obedece a un verdadero movimiento laboral en aras de alcanzar beneficios a favor de los trabajadores de la comuna.
La historia no señala a Pacheco como un líder real, sino como el mandamás de un sindicato blanco, el cual ha bailado siempre al ritmo que le han tocado.
De ahí que la postura del lidercillo charro resulte más que sospechosa.
Su reciente complicidad con la administración municipal convierte a Doger en el principal sospechoso de este movimiento.
Parece que la paranoia del expresidente lo lleva a buscar cobrarse las afrentas de la administración actual.
Habrá que seguir de cerca cada movimiento de Pacheco y Doger, porque si en algo se caracterizan ambos personajes es en que suelen dejar rastros de cada uno de sus actos.
Siempre dejan huella.
Créanme ¡No tardan!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario