jueves, 20 de noviembre de 2008

Manolín y Shilinsky, versión Puebla

Enrique Núñez - Contracara

 

   

Ante el repudio generalizado que existe en contra de Enrique Doger, nadie en su sano juicio intentaría apoyarlo para buscar la gubernatura.

Salvo… el oaxaquita.

Efectivamente; para que alguien mueva un dedo a favor de un moribundo, se requiere de la bondad de otro moribundo.

Y eso es lo que sucederá el 20 de diciembre, cuando se realice un evento en honor del expresidente municipal de Puebla.

Esto es lo que escribió el periodista Arturo Luna el día de ayer en Milenio:

“El próximo 20 de diciembre en el zócalo de San Pedro Cholula se presentará —ahora sí que con bombo y platillo— la Sonora Santanera. El asunto no tendría nada de particular si no fuera porque la posada será gratuita, será masiva y será en honor del exalcalde de Puebla Enrique Doger Guerrero. ¿Verdad Alejandro Oaxaca?”

No cabe duda, que “El Varguitas” cuenta con uno de los más desprestigiados políticos de Puebla como su principal operador político.

Bien dicen que Dios los hace… y ellos se juntan.

Sin duda, entre “El Varguitas” y Oaxaquita existen muchas historias similares de corrupción.

Estos personajes, forman parte de la picaresca política poblana.

Su simple mención me hace recordar a Manolín y Shilinsky.

Este es uno de sus inolvidables diálogos:

—Oye, Shilinsky

—¿Qué pasa, Manolín?

—¿Qué quiere decir achichornia?

—Quiere decir ojos negros

—¿Entonces yo le puedo decir a tu hermana: ‘que bonita achichornia tienes’?

Así de mensos los cuatro.

Los dos de antes, y los dos de hoy.

 

Arrancó el letargo navideño

Todo indica que el último acontecimiento político del año fue el informe del rector Agüera.

El famoso puente Guadalupe-Reyes pasó a ser Revolución-Reyes.

En este momento todo es especulación.

El letargo navideño parece haber comenzado.

Desde ahora, la paralización política es innegable; y sólo los suspirantes a las diputaciones andan relativamente movidos.

“Todos quietos hasta el cuarto informe” pareciera haber ordenado el gobernador Marín.

Y salvo que algo extraño sucediera, nada se moverá hasta el año entrante.

El último golpe político del año lo asestó el rector y, al iniciar el que viene, Blanca Alcalá pudiera hacer lo propio en febrero dentro del marco de su primer informe.

También se dice que, “por fin”, “El Tigre” Aguilar hará campaña en forma y que Jorge Estefan también tiene calculada una arremetida política cuando arranque el quinto año de gobierno.

Quien parece querer, pero no poder es Enrique Doger, quien tardará mucho más de lo calculado para poder reagrupar a sus debilitados batallones.

De Zavala y Moreno Valle poco hay que decir porque sus campañas seguirán como hasta ahora: a toda máquina.

Por lo pronto, de aquí hasta enero, practicaré los dos deportes más socorridos de un columnista: especular y joder.

Se vale, ¿no?

 

 

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