Un mail. “Lic. Morales.
Soy un trabajador del sufrido ayuntamiento de Puebla y por obvias razones tendré que omitir mi nombre y el motivo de enviarle estas líneas a través de su correo electrónico es primeramente para felicitarlo por abrir este espacio que en teoría debería de ser un verdadero ejercicio de libertad de expresión pero que por desgracia también es aprovechado por gente sin escrúpulos para sacar sus frustraciones y complejos personales, y me refiero en particular a la serie de comentarios aparecidos en sus columnas relacionados a este ayuntamiento de Puebla, déjeme decirle que los pasillos de los edificios del ayuntamiento literalmente ‘hierven’ al paso de los compañeros que reparten copias de estas columnas por todos lados, los comentarios, risitas y miradas divertidas-escandalizadas se notan por todas partes, hasta los ayuntamientos de las dos Cholulas han sido invadidos por dichas copias, esperando ansiosa-resignadamente cuando les llegará su turno de salir al balcón.
Quisiera comentar en este espacio y aprovechándome de su bondad, para hacer algunas aclaraciones con respecto a dichos comentarios, aunque primeramente quisiera decirle al compañero(a) (porque se nota a leguas que es ‘fuego amigo’) que supuestamente manda dicha información, que aprovechara dicho espacio para realmente ejercer este poder de expresión de manera constructiva, y no tirara tantas mentiras embarradas con una que otra verdad, sobre todo que dentro del ayuntamiento todos o casi todos sabemos donde están los verdaderos ‘giros negros’, donde el dinero se reparte ya sin pudor ni discreción y donde la ‘mafia universitaria’ ha sentado sus reales y se ha convertido en una mafia que aplica su mano dura y ‘terrorífica’ con empleados y contratistas, obviamente esta mafia es comandada por el ‘comendatore’ Sordo y no, no se trata de ningún mafioso sin el sentido del oído, me refiero al flamante ‘maistro en ingeniería’ Gerardo Sordo Sainz, amo y señor del departamento de obras del ayuntamiento de puebla, mismo que dice que él no se ensucia las manos por el cochino dinero, ya que para eso tiene a sus contlapaches, es decir al ‘maistro en valuación’ (otro maistro), ing. Enrique Merino Paredes y al Arq. (este todavía no es ‘maistro’ en algo) Carlos Pym.
Esta, Lic. Morales, es la verdadera mafia del ayuntamiento de Puebla, y déjeme hacerle un poco de historia para que sus lectores, y sobre todo, (si tengo el honor-suerte, como mi compañero el de los correos tipo ‘el nuevo ayuntamiento del amor’ de ser publicado en sus columnas), los compañeros de este sufrido ayuntamiento, se enteren o acaben de enterar del quien-es- quien en el ayuntamiento del Dr. Doger.
Como muchos saben, esta mafia es originada, extirpada e implantada al ayuntamiento del departamento de construcción de la BUAP, por lo tanto el Dr. Doger no dudó en traerse a todo su equipo especialista en inflar y amañar presupuestos en obras de todos tamaños colores y sabores, han de saber que los recursos para el departamento de construcción del la BUAP, son superiores incluso a los manejados por el ayuntamiento, por lo que ya venían ampliamente entrenados y capacitados para la recaudación del diezmo obligatorio en todas las obras, desde el corte de un árbol, hasta los famosos-inútiles puentes y pasos a desnivel repartidos en la ciudad, incluso prepararon el terreno desde el inicio de su administración al modificar a través del cabildo las leyes municipales en la repartición de los dineros para cada departamento, de tal manera que todo el presupuesto para las distintas obras de cada departamento ( parques y jardines, alumbrado público, antirrábico, etc.) fueran manejados desde los dominios del ing. Sordo en el primer piso del edificio de la Sauope en la prolongación Reforma, y como decía líneas arriba, sus manos (de Sordo), izquierda y derecha (Merino-Pym) son quienes firman, junto con su jefe, desde la autorización de una obra hasta el pago de la misma”. (Continuará)
Intolerancia / Ricardo Morales Sánchez
laserpientesyescaleras@hotmail.com
Comentarios a Ricardo Morales: rmorales@intoleranciadiario.com
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