jueves, 30 de agosto de 2007

Doger al ring electoral



Tiempos de Nigromante de Arturo Rueda
artrueda@laquintacolumna.com.mx

Doger al abordaje

La campaña priísta a la alcaldía se pinta del blanco al gris. Blanca Alcalá busca ser tan blanca que comienza a parecer un fantasma incapaz de enfrentarse a Antonio Sánchez Díaz de Rivera. Eso, o deliberadamente a dejado pasar los ataques en contra del gobierno municipal encabezado por Enrique Doger en dos temas cruciales: parquímetros y bacheo. Así, el propio alcalde es quien, en solitario, ha debido salir a enfrentar al panismo y los grupos empresariales de derecha para defender el proyecto político del priísmo en el municipio.

El inicio de campaña de Toño Sánchez fue una provocación bien pensada y que golpeó un punto sensible para la ciudadanía. El PAN se anotó un triunfo, a pesar de las usuales descalificaciones de la prensa oficialista. El problema es que el PRI no tuvo reflejos para responder adecuadamente: a la enfrentada coordinación de campaña de Alcalá lo único que se le ocurrió fue que su candidata se reuniera con el alcalde para pedirle explicaciones del por qué hay tantos baches en la ciudad, como si la foto de ambos personajes paliara el éxito que tuvo la movida populista del panismo.

Ante el ataque por el tema de los baches, Blanca Alcalá guardó un silencio ominoso y le dejo a Doger la responsabilidad de responder el ataque. Es cierto que el gobierno tiene que responder por las acciones de gobierno. Pero el deslinde entre candidatos y gobierno de un mismo partido no se vale.

El mejor ejemplo lo encontramos en el tema de los parquímetros. La cúpula empresarial proclive al panismo embistió por semanas el proyecto de la comuna. Y ante los cuestionamientos de la prensa sobre si apoyaba o no la medida, Blanca Alcalá respondió que en caso de ganar procedería a revisar el tema de la concesión, pero nunca avaló la medida como una propuesta viable para resolver los problemas de tráfico en el Centro Histórico.

Así que en los temas comprometedores Blanca tiene una política de dejar de ser blanca para volverse gris. Y ya no hablemos de cuestiones graves como el escándalo Cacho. Hablamos de problemas de la ciudad.
La inoperancia del equipo de campaña priísta, así como las divisiones internas, provocaron que Enrique Doger tuviera que subirse al ring para atacar a Toño Sánchez, como si él fuera el candidato a la alcaldía.

Y por cierto, vista la propaganda y los espectaculares de la candidata priísta, uno se pregunta qué le ofrece Blanca Alcalá a los poblanos. Una radiografía simplista deja vacío el espacio para la propuesta: foto de la candidata, logo del tricolor escondido y el nombre rodeado por un gran espacio blanco. ¿Y la propuesta?


Blanca Alcalá y su equipo deberían empezar a definir si avalan el gobierno de Enrique Doger, o si van a voltear la espalda para no comprometerse. ¿Priístas contra priístas?

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