Enrique Núñez - Contracara
Arrinconado, Enrique Doger emitió un comunicado de prensa cerca de la media noche, el cual fue leído por Fernando Maldonado en Hechos de TV Azteca.
En este boletín, Doger intenta explicar lo inexplicable y hace responsable a Cáritas de cualquier irregularidad.
La desesperación del expresidente lo llevó a deslindarse de un escándalo en el que los dogeristas están metidos hasta el cuello.
La cloaca está abierta.
La negolimosna hunde a Doger
Era evidente que detrás de la donación de bienes municipales existía un negocio millonario.
Desde que el tema fue descubierto por Intolerancia se vislumbraba un escándalo de grandes proporciones.
Primero se habló de un lote de 147 vehículos que no aparecían.
Posteriormente, se dijo que esos autos habían sido entregados a Cáritas, aunque el presidente de ésta negó el hecho.
Sorpresivamente, el domingo, la Iglesia emitió un boletín de prensa para reconocer que habían recibido la limosna.
Posteriormente, apareció el regidor Encinas para descubrir la forma en la que se había ocultado información a los regidores.
Y el día de ayer, apareció Cáritas para confesar que jamás vieron los muebles donados y que ellos sólo recibieron 200 mil pesos.
Ayer, el regidor del PRD Jaime Cid Monjarraz entregó a los medios la lista de unidades en donde quedó al descubierto que, en la mayoría de los casos, los autos no eran chatarra.
En conclusión, un fraude millonario.
El mea culpa
Como balde de agua fría, cayó en la casa de campaña dogerista la información sobre la rueda de prensa ofrecida por los directivos de Cáritas.
La confesión de esta institución de beneficencia pone en claro que, detrás del donativo, el tesorero municipal José María Esquivel y el secretario de administración Manuel Treviño fueron quienes realmente cometieron el ilícito.
Por más que quieran darle vueltas, los funcionarios municipales cometieron infinidad de irregularidades, las cuales pudieran ponerlos detrás de las rejas.
Estos dos sujetos vendieron bienes que no les pertenecían, lo cual implica la comisión de un delito.
Ante la contundencia de las pruebas es innegable que la “negolimosna” fue planeada —además del tesorero y el secretario de administración— por otros personajes dogeristas de mayor nivel, en donde el expresidente se convierte en el principal sospechoso.
Sobre todo si se toman en cuenta las historias de ambición que rodean al “suspirante” a la gubernatura.
El modus operandi
De acuerdo a los elementos recaudados, se puede presumir que la “negolimosna” se planeó antes de diciembre de 2007, para presentar un acta amañada e incompleta al Cabildo y que la donación fuera aprobada.
En esa lógica, tras la aprobación del Cabildo, el tesorero pactó con el presidente de Cáritas que reconociera la limosna a cambio de la entrega de 200 mil pesos.
Con el aval de Cáritas, el tesorero municipal se encargó de rematar los bienes por los cuales le entregó a esta institución esa mísera cantidad.
Ante las pruebas presentadas este día por Intolerancia es evidente que el valor comercial de los bienes vendidos rebasa por mucho los 200 mil pesos.
Sobra decir que este escándalo apenas empieza.