Cacnelan pachanga Dogerista

Abortan el cierre dogerista

 

 Intolerancia / Enrique Nuñez / Contracara

 

Cuando la mesa estaba puesta para la gran fiesta dogerista, una voz de alerta provocó la cancelación de los festejos. El informe de Enrique Doger albergaría a cerca de 5 mil poblanos y se realizaría en el centro de convenciones. A todos nos quedaba claro que más que un cierre de administración, se trataba del arranque de campaña rumbo a la gubernatura del estado. De ahí que fueran a echar la casa por la ventana.

 

Cuentan que el consultor Ralph Murphy había planeado un evento sin precedente alguno. Que además del video que resumiría los logros del suspirante y de la basta numeralia con la que buscaría impactar a sus invitados, Doger tenía planeado un cierre más que espectacular. En la logística del lanzamiento se tenía planeado un colofón en el que Doger diría: “voy por Puebla” y que en ese instante empezarían a caer miles de globos multicolores, para darle majestuosidad a ese mágico instante. Pero lo mejor es que en el plan proyecto dogerista, Murphy había propuesto que los colores de los globos fueran rojo, blanco y azul.

 

¿Muy gringos, no?

Pero más que gringos, los globos serían parte de un mensaje perfectamente calculado.

Rojos del PRI y azules del PAN.

Y el blanco como señal de una posible alianza partidista, no identificada con los partidos del poder.

Vaya, vaya.

Doger sí que la tenía bien planeada.

Y cuando todo estaba listo, una voz de alerta provocó la cancelación de la premier dogerista.

Un personaje se encargó de poner en alerta al presidente de la operación que algunos grupos planeaban para exhibirlo.

Estos grupos estaban felices del color rojo de los globos, porque dijeron que combinarían perfectamente con el rojo de los jitomates que tapizarían al centro de convenciones.

Tómelo con las reservas del caso, pero, al parecer, uno de los principales operadores sería nada más y nada menos que Omar Álvarez.

Imagínense a Doger cuando vio las fotografías en donde aparecían comiendo Omar y Zavala en un encuentro “casual”.

Obviamente la cancelación no se hizo esperar.

Bien dicen que el miedo no anda en burro.