¿Y el arranque de campaña?
Según lo dijo el presidente Enrique Doger, el día de ayer se tenían planeados dos eventos: la ceremonia oficial en el salón de Cabildo y una gran verbena en el zócalo.
La primera fue tal y como se esperaba.
Un evento cerrado, con doscientos invitados y un discurso cercano a las dos horas.
Con un largo —casi eterno— desglose numérico de obras chicas, medianas y grandes, Doger abrió paso para cerrar con un discreto discurso político.
Fue uno de esos mensajes en donde intentó imperar la tolerancia en medio de la intolerancia.
Por supuesto, no faltó la queja sobre las calumnias y las difamaciones.
Esas a las que nos acostumbramos los poblanos y que ayer no lograron sorprendernos.
Sin embargo, mientras escuchábamos adormilados el discurso dogerista, también esperábamos el momento de trasladarnos al zócalo para escuchar el mensaje anunciado en la plancha del zócalo.
Todos nos hacíamos la misma pregunta:
¿Cuánta gente reunirá los dogeristas?
Vaya sorpresa la que nos llevamos los ahí presentes cuando al salir del salón de Cabildo y bajar las escaleras, nos encontramos las sillas del patio central del palacio prácticamente vacías.
Intrigado, me encaminé hasta el zócalo pensando encontrar a miles de seguidores dogeristas, contando los minutos para poder vitorear a su candidato.
Y vaya sorpresa la que me llevé al darme cuenta que había más gente en el Cabildo que en el zócalo.
Por obvias razones, Doger jamás llegó al templete para dar el mensaje anunciado.
Sin duda, el frío que se sintió ayer en el zócalo forma parte del doloroso adiós al poder.
Ese frío al que tanto temía Doger enfrentar.
No sé qué fue peor, si el desaire del gobernador, o el desaire de quienes jamás llegaron al zócalo.
Que conste, no es alucinación
Conociendo a Doger —y antes de que me tachen de consumir hongos alucinógenos—, es probable escucharlo decir que jamás se contempló dar un mensaje en el zócalo, por lo que debo puntualizar que no fui yo quien lo inventó.
En este caso, existen pruebas de que el evento del zócalo estaba totalmente contemplado.
Es más, el día de ayer, el periódico Cambio tituló su nota principal: “Doger esquivó la polémica con Blanca. Rinde su III y último informe en el Salón de Cabildos; después se destapará en el Zócalo”.
Así o más claro.
Por si fuera poco, fue el propio Ignacio Mier quien al anunciar la cancelación del evento en el Centro de Convenciones, detalló la forma en la que Doger rendiría su informe, incluyendo el mensaje del zócalo.
Evidentemente, los operadores dogeristas deberán recibir un serio jalón de orejas, porque si así estuvo su destape, ¿cómo estarán los próximos eventos?
Contracara / Enrique Nuñez / Intolerancia
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