Quien anda peor que perro rabioso es el expresidente municipal de Puebla, Enrique Doger Guerrero, el cual como se preveía inició su carrusel en algunos casos pagando incluso las entrevistas. De ahí posiblemente sacó la frase de “negoperiodistas”.
Quienes lo han visto aseguran que hasta echa espuma por la boca (habría que recomendarle que se bañe con jabón del perro agradecido).
Lo bueno es que, según los empleados del exedil metidos al periodismo, a Doger no le duele lo que se publica en Intolerancia.Me da gusto ver cómo el exedil recorre los medios de comunicación para desmentir los datos duros revelados por este diario.
No cabe duda de que quien las hace no las consciente, y por cierto, quizá Doger cuando habló de los “negoperiodistas”, se refería a su propio medio de comunicación, el cual según él es el único crítico porque —como es entendible— ni siquiera lo toca con el pétalo de una rosa ni cuestiona las más mínima acción cometida por su administración, o sea todo fue perfecto. Gracias por las clases de periodismo y ética, ¡oh maestro!
Siempre Intolerancia fue objeto de las fobias dogeristas. No por nada en el año 2004, previo al inicio de su campaña en busca de la Presidencia Municipal de Puebla, trató de destruir al diario. Sus empelados se jactaban de que sólo se había quedado el papel y la tinta. No cabe duda que Doger sí ama la libertad de expresión, gracias ¡oh demócrata!
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